La CUP domina las algaradas callejeras con 30.000 miembros de sus Comités de Defensa de la República
La CUP dirige minuciosamente todas y cada una de las movilizaciones y protestas del sector independentista en Barcelona y en el resto de Cataluña. Las algaradas callejeras que se han registrado en las últimas semanas no han sido improvisadas.
Según ha podido saber OKDIARIO, los antisistema coordinan aproximadamente a más de 30.ooo personas en toda la región, organizados en los denominados Comités de Defensa del Referéndum, CDR, ya rebautizados como Comités de Defensa de la República (catalana).
Los CDR, también conocidos como «brigadas de autodefensa de la CUP», están integradas por militantes de este partido, de su organización juvenil Arran y por otras corrientes de extrema izquierda, anarquistas y movimientos vecinales y estudiantiles de varias universidades.
Miembros de los CDR protagonizaron los disturbios de los pasados 20 y 21 de septiembre contra la Policía Nacional y la Guardia Civil. Actualmente, estos incidentes son investigados como presuntos delitos de sedición por la titular del Juzgado Central de Instrucción nº 3 de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela.
Durante la denominada ‘Operación Anubis’, contra altos cargos de la Generalitat, se acosó a los agentes mientras efectuaban registros en la Consejería de Economía catalana, se destrozaron vehículos oficiales y se cercó la casa cuartel de la Guardia Civil en Manresa. También estuvieron al frente de las protestas protagonizadas por centenares de personas en la Via Laietana frente a la Jefatura Superior de Policía de Barcelona.
Su papel también fue fundamental durante la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre. A través de las redes sociales, daban instrucciones sobre los centros y colegios donde se podía votar y organizaron los puntos de «resistencia» para impedir el acceso a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Muchos de sus miembros formaron piquetes en la huelga del pasado 3 de octubre y planificaron todas las protestas callejeras con el objetivo de que parecieran «espontáneas» a ojos de la prensa extranjera y los observadores internacionales. En realidad, todo estaba medido y estudiado al milímetro.
A pesar de que su actividad ha cobrado mayor protagonismo en las últimas 3 semanas, la organización de estas «brigadas callejeras» de la CUP se lleva fraguando durante los últimos 3 meses. En Barcelona, los CDR se organizan por distritos y barrios como el Barrio Gótico, el Ensanche, Gracia, Poblenou, les Corts, el Raval, Sant Antoni, la Barceloneta, Gracia o Vallcarca.
Sin embargo, el poder de movilización de la CUP también se extiende por otras localidades de la provincia de Barcelona como Sabadell, Castelldefels, Vic, Premiá de Mar, Hospitalet, Manlleu, Sant Vicenç dels Horts, Vilanova i la Geltrú, Mataró, Manresa o Masnou. También tienen presencia en otros municipios catalanes como Gerona o Tarragona.
Inicialmente, su papel se ceñía a organizar las protestas de cara al referéndum ilegal del 1 de octubre, sin embargo, su «eficacia» en estas semanas para movilizar a los independentistas ha propiciado que se mantengan. Su actividad está directamente ligada a la de otras entidades y organizaciones sindicales y políticas como la Asamblea nacional Catalana, ANC, Òmnium Cultural, ERC, la CGT o la CNT.
Los CDR están inspirados en los «Comités de Defensa de la Revolución» de la dictadura castrista en Cuba que fueron creados en los años 60. Los CDR cubanos perseguían a los disidentes políticos del régimen de Fidel Castro.
Organizados a través de las redes sociales
Los CDR en Cataluña se organizan a través de las redes sociales, principalmente Twitter y Facebook. Además, se coordinan con grupos de mensajería instantánea de Telegram donde intercambian información sobre las movilizaciones y los lugares elegidos para las «improvisadas» protestas. En Twitter, se encuentran cerca de medio centenar de CDR.
De hecho, este martes los Comités de Defensa de la República instaban públicamente a reunirse alrededor del Parlamento catalán, bajo el eslogan «Totes al Parlament!» secundados por las entidades independentistas de ANC y Omnium Cultural.